22 de marzo, llueve ¡Ya estamos en primavera! Salimos al campo a disfrutar del brotar de la naturaleza.
Prismáticos, telescopios, guías y cámara en mano recorremos los montes de norteTeruel, Campo de Belchite y Ribera Baja del Ebro.
Aunque en inicio pueda parecer de idilio y poesía, ayer fue un día de aventura y disfrute naturalístico salvaje.
Rumbo al norte, destino hoya de Almochuel. Durante el trayecto un par de posibles abejeros son los que nos hacen variar la ruta elegida y con ello nos entretenemos en otros puntos. Rodando por las pistas, pasamos cerca de un primillar, paramos a observar y nada, sólo unas chovas piquirrojas, pero en el cielo y los alrededores no para el continuo gorgojeo de las terreras marismeñas, calandrias, cogujadas… al rato un aguilucho lagunero pasa cerca, dirección al norte. Seguimos avanzando, siguiente parada una balsa cercana a “La Cultía”: urracas, conejos, un zampullín, aguilucho lagunero y fochas; sin más que nos llame la atención reemprendemos la marcha por pistas hacia la hoya de Almochuel. Al torcer en un cruce nos salen del talud un par de mochuelos, paramos y encontramos unas egagrópilas :-). Aprovechamos para observar y comentar varias plantas del contorno: asnallo, jarilla, albada y otras; está el monte precioso con estas lluvias, da gozo y placer salir a respirar y disfrutar.
Seguimos por la pista y…¡ay amigo! Parece que hay algunos de los caminos que no están tan bien para transitar, ni en coche ni andando, así que atascamos y nos toca sufrir durante un rato hasta que entre todos conseguimos salvar la situación. Eso sí, ya hemos dejado bien de barro el coche :-p
Tranquilos ya por haber dejado atrás todo ese barrizal salimos a la carretera. En Azaila y dirección hacia Almochuel paramos a visitar el Yacimiento del cabezo de Alcalá, a ver si vemos algún pájaro interesante además de contemplar las buenas vistas que hay desde lo alto. Apenas bajamos del coche observamos un par de alimoches y unos cuantos buitres leonados…subimos y ya en la ladera norte nos sale un zorro que pronto se esconde entre lo orondo y el “oleaje” del paisaje arcilloso.
Ahí paramos cuenta de como el río Aguasvivas está a rebosar de agua. Al bajar hablamos con el guarda del yacimiento y nos cuenta de que debido a ese caudal están aprovechando para llenar la hoya de Almochuel que estaba seca. Bueno al menos esperemos que habrá más posibilidades de poder observar aves.
Seguimos avanzando por la carretera y cerca del desvío hacia Almochuel nos aparece el Águila Real, parece que está escudriñando el monte en busca de algún bocado y también, en lo alto, la inconfundible ¡Águila culebrera!
Cruzamos el puente de Almochuel que sortea el río Aguasvivas, allí se observa mejor la riada, los vecinos del pueblo ya nos advierten que debido a las lluvias y como están los caminos han sacado a varios conductores del atasco en el barro, así que mejor tengamos cuidado; ya nos damos por enterados tras nuestro primer atasco :-p.
Apenas 2 km antes de llegar a la hoya nos sale una bonita bandada de alcaravanes, paramos a disfrutar de la observación y podemos sacar alguna foto testimonial
Ya por fin llegamos al destino planeado, telescopios armados y preparados para observar. Cigüeñuelas, patos cuchara, gaviotas patiamarillas, golondrinas, andarríos grande; algún conejo, ánade real, garza real.
Aún nos quedan ganas y queremos visitar otros puntos, así que nos vamos hacia el Ebro y la desembocadura del Martín, en Escatrón.
En la peculiar carretera que une Azaila con Escatrón paramos a observar las maravillosas y amplias vistas que nos ofrecen los cortados del Ebro. Rodeados de romeros, aliagas, tomillos, ontinas, rúculas, bochas y otras plantas que nos deleitan con sus flores, aromas y sabores silvestres. Aparecen algunos buitres y milanos negros…
Seguimos hasta Escatrón; primero vamos al entorno del Monasterio de Rueda, garcetas comunes, ruiseñores bastardos, carboneros, jilgueros, verdecillos, unos pescadores intrépidos y mucha agua!!
Al ratico movemos el campamento y vamos al punto final de este día de excursión naturalista, la desembocadura del río Martín con el Ebro.
Allí observamos y escuchamos agateador común, herrerillo común, pinzón vulgar…además de rastrear algunas huellas y disfrutar de la belleza de un campo de melocotoneros en flor. Una muy agradable jornada de campo en buena compañía.